13 agosto, 2011

Hacer ejercicio alimenta los atenuadores de estrés




En una de las visitas a Guillermo, me indicó que el ejercicio me haría bien. Cómo buena persona que soy me lo pensé, pero no, el deporte no es lo mío.

Se dice desde el tiempo de los romanos que el ejercicio mejora la salud mental, pero como hay que comprobarlo todo, un grupo de investigadores, intenta averiguar si existe una relación entre el ejercicio y las sustancias químicas cerebrales asociadas con el estrés, la depresión y la ansiedad.

Las pruebas preliminares sugieren que las personas físicamente activas tienen menores índices de ansiedad y depresión que las personas sedentarias.

En los ochenta se descubrió que la norepinefrina aumenta en las regiones del cerebro que están involucradas con la respuesta del cuerpo al estrés. Y la mayor parte se produce en el locus ceruleus, una zona involucrada en nuestras respuestas emocionales y en el estrés.

El ejercicio parece darle al cuerpo la posibilidad de sobrellevar el estrés. Obliga a los sistemas fisiológicos corporales, que están involucrados en la respuesta al estrés, a comunicarse mucho más de lo habitual. El sistema cardiovascular se comunica con el sistema renal, el cual a su vez se comunica con el sistema muscular.

Todos estos sistemas están controlados por el sistema nervioso central y simpático, que también se deben comunicar entre sí.

El trastorno de pánico rara vez es producido por una sola causa, generalmente se producen por la combinación de varios factores, genéticos, biológicos y biográficos.

El miedo, en principio, es un importante sentimiento necesario, normal (un truco ingenioso de la naturaleza), que en última instancia es vital para simplemente sobrevivir.

Las reacciones son potencialmente en tres niveles:

Nivel de acción: situaciones críticas que producen una reacción de fuga, de huída, o de lucha

Nivel mental y emocional, miedo a perder el control o miedo a la muerte.

Nivel físico: mareos, sudores fríos, calambres musculares, (parestesias), entumecimiento u hormigueo en diferentes partes del cuerpo, taquicardia, la respiración llega a producir una sensación de asfixia o de ahogamiento, náuseas.

Los tres niveles no ocurren siempre de modo simultáneo y por igual.

Algunas personas perciben más las reacciones físicas, otros perciben componentes mentales y emocionales o de comportamiento.

Los tres juegan un papel importante, tanto en la creación como en el mantenimiento patológico del miedo, una simple avería en el sistema de producción de norepinefrina.

La investigación actual supone que un mal funcionamiento de la norepinefrina influye con las causas del trastorno de pánico y agorafobia.

La noradrenalina es un mensajero, que se utiliza para la comunicación entre las células nerviosas.

Tiene un efecto regulador en todo el sistema nervioso central y está especialmenteinvolucrada en la generación de emociones y estados de ánimo.

Afecta a la actividad, el interés y la motivación.

En las Tomografías por Emisión de Positrones efectuadas en pacientes con trastorno de pánico hay indicios de un flujo sanguíneo irregular entre los hemisferios derecho e izquierdo.

En el área de la llamada circunvolución del hipocampo derecho (región del centro olfatorio y parte del sistema límbico) parece que la norepinefrina y las células nerviosas, están particularmente activas.

Hasta el momento, hay pocas pruebas que sustenten la teoría popular de que los ejercicios provocan un torrente de endorfinas.

En cambio, una línea de investigación apunta a la menos conocida, norepinefrina neuromoduladora, que puede ayudar al cerebro a lidiar con el estrés de manera más eficaz.

En estudios con animales durante fines de la década de los ochenta se descubrió que el ejercicio aumenta la concentración de norepinefrina en las regiones del cerebro que están involucradas con la respuesta del cuerpo al estrés.

La norepinefrina resulta especialmente interesante para los investigadores porque el 50 por ciento del suministro al cerebro se produce en el locus ceruleus, un área del cerebro que conecta la mayoría de las regiones cerebrales involucradas en respuestas emocionales y al estrés. Se cree que la sustancia química desempeña un papel importante en la acción de otros neurotransmisores más comunes que tienen un efecto directo en la respuesta al estrés. A pesar de que los investigadores no están seguros exactamente de cómo funciona la mayoría de los antidepresivos, saben que algunos aumentan la concentración de norepinefrina en el cerebro.

Sin embargo, algunos psicólogos no creen que sea una simple cuestión de que más norepinefrina equivale a menos estrés y ansiedad y, en consecuencia, menor depresión.

En cambio, piensan que hacer ejercicio frustra la depresión y ansiedad pues aumenta la capacidad del cuerpo de responder al estrés.

Biológicamente, el ejercicio parece darle al cuerpo la posibilidad de sobrellevar el estrés.

Obliga a los sistemas fisiológicos corporales, que están involucrados en la respuesta al estrés, a comunicarse mucho más de lo habitual. El sistema cardiovascular se comunica con el sistema renal, el cual a su vez se comunica con el sistema muscular. Todos estos sistemas están controlados por el sistema nervioso central y simpático, que también se deben comunicar entre sí. Esta sesión de ejercicios del sistema de comunicación corporal puede ser el verdadero valor del ejercicio; cuanto más sedentarios somos, menos eficiente es nuestro cuerpo para responder al estrés.

Para determinar cómo el ejercicio puede brindar beneficios a la salud mental, algunos investigadores están analizando los posibles vínculos entre el ejercicio y las sustancias químicas cerebrales asociadas con el estrés, la ansiedad y la depresión.

Las reacciones de miedo, los ataques de pánico, pueden ser activadas sin procesarse previamente en algunos centros de la corteza cerebral.

En efecto, puede producirse una alarma o una falsa alarma, llamando la atención sobre un peligro que no ha sido aún identificado como tal. Es entonces cuando el sistema cognitivo de la persona busca las causas de esta percepción. Puesto que no puede encontrar ninguna -Sí, la alarma es falsa- las reacciones físicas son lo único que puede valorar la persona.

Cuando el alma habla con el cuerpo a través del ataque de pánico, se reconoce un buen síntoma de enfermedad psicosomática (psique-mente, soma-cuerpo).


GRACIAS

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